sábado, 11 de julio de 2009

Detalles del modelo de Jesús (Parte 2)

Emisión, 11 de Julio de 2009.
El Maestro de Galilea sigue siendo el mejor ejemplo de cómo llevar adelante el trabajo de formar un discípulo.

· Crear experiencias
Jesús entendía bien que las experiencias personales pueden muchas veces convertirse en nuestras mejores maestras. Por esta razón, creaba situaciones donde deliberadamente colocaba a los discípulos en situaciones útiles para aprender las verdades que les quería enseñar.
Del mismo modo debemos trabajar con los discípulos. Esto significa que hemos de estar dispuestos a dejarlos cometer errores, como alguna vez lo hicieron otros con nosotros.
· Fomentar el diálogo
Una de las escenas que se repiten en los evangelios son las conversaciones, en privado, de Jesús con los discípulos.
Es muy fácil caer en el error de creer que si nuestras enseñanzas fueron claras para nosotros, también lo fueron para quienes las oyeron. La realidad es que cada uno procesa lo que escucha por medio de las perspectivas particulares de su vida.
· Entender los tiempos
Jesús se abstuvo de ciertos temas con los discípulos hasta el momento oportuno. No habló de su sacrificio en la cruz, por ejemplo, hasta después de la confesión de Pedro (Mt 16).
Algunos métodos para formar discípulos dependen de cursos que cubren sistemáticamente los temas pertinentes. El buen discipulador, sin embargo, sabe discernir el momento apropiado para compartir las verdades.
· Respetar el proceso
Jesús no se desanimó con los muchos traspiés de sus discípulos porque sabía que convertirse en un fiel seguidor es el resultado de un proceso, no de un momento.
Uno de los más famosos libros sobre el discipulado lleva el título: «un discípulo no nace, se hace». La formación de un discípulo requiere de una actitud de paciencia y perseverancia.

Conclusión: El proceso de transformación respeta las leyes de crecimiento que gobiernan la vida en la tierra, avanzando a un ritmo pausado y seguro.

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