martes, 30 de junio de 2009

Levanta tu Toalla

Emisión, 20 de Junio de 2009.

No hay duda de que en más de una vez ha entrado en la mente del líder el deseo de «tirar la toalla». Tener ese conflicto dentro de nosotros no es pecado, pero sí pecamos cuando no hacemos la voluntad de Dios. Hoy quiero compartir con usted diez consejos para levantar su toalla.

Elías tiró la toalla, salió corriendo de delante de una mujer justo después de haber sido uno de los más grandes instrumentos en la historia de la redención. Pedro, después de la resurrección y la aparición de Jesús también dijo: "Voy a pescar" (Jn. 21:3) y los otros discípulos se fueron a pescar con él. Yo también… y usted también… ¿No es así?

Todos los que estamos en el ministerio tenemos problemas de vez en cuando con la depresión, o deseos de escapar de la presión. Ha entrado más de una vez en mi mente el deseo de tirar la toalla… volver a una vida donde no recibiría la crítica casi diaria, donde no tendría el peso de tratar de ayudar a cambiar a gente que no quiere cambiar, donde pudiera ir a la iglesia el domingo sin el peso de representar a Dios ante los hombres, ni la responsabilidad de que cuando algo va mal es por mi falta de planificación o error, etc.

Aún Jesús tuvo un serio conflicto, angustia profunda y hasta el deseo de que pudiera pasar de El la obra que tenía por delante. Cristo deseaba evitar la cruz, el sufrimiento, etc. Esto nos muestra que no hay pecado en que tengamos gran conflicto dentro de nosotros. Sólo pecamos cuando finalmente no hacemos lo que es la voluntad de Dios.

Hay varios conceptos que me han ayudado a mí en los momentos difíciles:
1. "Nunca dudes en la oscuridad de lo que has visto en la luz". Este consejo me ha salvado de muchos errores en momentos oscuros de mi vida.
2. Escoger entre ser dinámicos o estáticos (superar o ser superado). "Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro ¿cómo harás en la espesura del Jordán? (Jer. 12.5).
3. Nunca tomar decisiones cuando estoy: cansado, enojado, enfermo o resentido. Creo que la causa de que Elías escapara era que estaba muy cansado y no había comido en todo el día.
¿Cuándo te llamaron con anticipación para que pudieras agendar la muerte de uno de los hermanos en la iglesia? El pastor lleva una vida muy agitada, y constantemente se le presentan situaciones que requieren su atención. No por nada Jesús se apartaba regularmente para descansar y orar.
4. Edificar gente requiere tiempo y mucha, mucha paciencia. Jesús también tuvo problemas con sus discípulos. Una vez, cuando sentí bastante desilusión con mi ministerio porque algunos de mis discípulos habían fracasado en varias áreas, me puse a estudiar el libro de Mateo. De repente empecé a ver que los discípulos de Jesús lo habían abandonado unas cuantas veces, se pelearon entre ellos, discutieron con el mismo Jesús, fueron lentos en entender…
5. No escuches todo. "Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces" (Ec. 7.21-22).
6. Perdonarnos a nosotros mismos. Todos nosotros cometemos errores y necesitamos poder aceptar que hemos metido la pata, arrepentirnos y aceptar el perdón de Dios. Un ministerio no termina necesariamente porque hayamos errado o fracasado, sino cuando nos rehusamos a confesar y apartarnos de nuestro error.
7. Mientras más oscuro está, más estrellas podemos ver. Algunas de las verdades más profundas que aprendí en mi vida espiritual las aprendí en los momentos más difíciles.
8. Aprende a escuchar y cambiar. Generalmente nuestros amigos cubren nuestros errores y nuestros enemigos los magnifican.
Un conocido siempre me decía: "si dejas un clavo en la pared, el diablo cuelgo un cuadro". Necesitamos sacar todos los clavos y pajas para no darle lugar al diablo.
9. Sufrir con gracia o sin gracia. Todos los siervos de Jesús han sido llamados a sufrir, y de eso no podemos escapar.
Levantemos la toalla que hemos tirado y sigamos fieles hasta la muerte a Aquél que anteriormente no tiró la toalla sino que murió por nosotros.
10. Después de la tormenta sale el sol. "Porque Tú nos probaste, oh Dios; nos ensayaste como se afina la plata. Nos metiste en la red; pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; pasamos por el fuego y por el agua, y nos sacaste a abundancia".

Levantemos la toalla que hemos tirado y sigamos fieles hasta la muerte a Aquél que anteriormente no tiró la toalla sino que murió por nosotros.

No hay comentarios: